Parece que para ser felices necesitemos estar con alguien… y
todo ese tiempo de espera antes de tener a alguien especial a nuestro lado sea
un suplicio por el que nadie debiera pasar. Que si no tenemos pareja, al hombre
correcto en nuestras vidas, no podremos ser ni completas, ni sentirnos
realizadas, ni mucho menos felices. Mientras estemos solas, nos sentimos solas,
desgraciadas y fracasadas. Pues no, no debiera ser así; y no lo es.
¿Sabes? Para
ser feliz no necesitas de nadie más, basta con que emprendas el intento de
vivir la vida de manera plena; no tienes que seguir esperando la llegada de ese
príncipe azul para poder sonreír. Aunque te parezca lo contrario, no necesitas
que alguien te haga feliz, eso es algo que te puedes hacer a ti misma.
Cuando estás ofuscada en tu soledad, la bruma que sientes en
tu vida te impide ver más allá de lo que esperas y aún no tienes. Esos
sentimientos te impiden ver lo bueno que hay a tu derredor, no te deja ser
feliz, ni disfrutar de la vida con todo lo bueno que tiene, pues no le ves nada
especial ni al sol, la calidez de su luz, y todo lo que tienes te parece
insuficiente, insatisfactorio. Vivir esperando el amor es vivir lamentando
estar sola: Si crees que para ser feliz y sentirte bien contigo misma necesitas
a alguien a tu lado, vivirás una triste amargura de no sentirte nunca completa.
Pero para ser feliz, no tienes porqué pasarte las horas y los días esperando a
aquel hombre que esperas que llegue a tu vida. Es horrible vivir así, ansiosa
por que llegue un hombre a tu vida para que tú puedas ser al fin, completa y
feliz. No tienes que pasarte las horas, días, meses o años esperando para ser
feliz el día en que llegue la persona correcta. No necesitas que nadie te de
felicidad, eso es algo que ya te lo puedes dar a ti misma. Y si eres ya feliz,
seguramente esa persona que te complementa llegará antes, pues una persona que
se vale por sí misma y que puede ser feliz estando sola, es más atractiva,
vistosa y exitosa a los ojos de los demás. No te castigues siendo infeliz hasta
no tener pareja, no te empeñes en seguir lamentándote por lo que tienes o no
tienes, ni buscando pretextos para no sentirte llena y complacida. No merece la
pena. Deja de buscar el amor fuera… ¡búscalo dentro de ti! Sal al nuevo día y
mira la maravilla de Dios en cada rayo de sol, en cada trinar, en cada flor, en
la sonrisa de un bebé… ¡Todo tiene su belleza oculta! ¡Todo tiene su
motivo para hacerte sonreír y ser feliz! No necesitas que un hombre te de
felicidad, para eso estás tú misma. Sólo tienes que hacer el intento, y cuando
te des cuenta tu vida dará un giro y entonces entenderás que la felicidad sólo
puede encontrarse en una misma. Cuando te des cuenta de ello comprenderás que
puedes sonreír, sola o acompañada… porque tú misma serás tu propia fuente de
alegría.

No hay comentarios:
Publicar un comentario